Las noticias circulantes indican que se trata de un acuerdo entre el Gobierno nacional y el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Las funciones y el personal del IEM no se sabe de qué órbita pasarían a depender aunque todo indica que sería de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
Llama la atención que a treinta años del retorno al sistema constitucional estos dos gobiernos decidan dar por tierra con un organismo donde la participación democrática es una de sus características mientras se consagra a Berni y a Milani.
La lucha por los derechos humanos es permanente. Implica no sólo a los violados en tiempos pretéritos sino también a los que se vulneran o ignoran en la actualidad.
Precisamente por tal motivo es tan importante tener presente en la memoria colectiva las graves violaciones a los derechos humanos ocurridas en la Argentina durante la última dictadura
Dentro de ese objetivo uno fundamental es el de preservar los lugares donde los genocidas llevaban adelante el trabajo de exterminio de miles y miles de personas como ser la ex ESMA, Automotores Orletti, El Atlético, El Olimpo, Virrey Cevallos.
La lucha por los derechos humanos no es de a ratos. Es permanente.
Prueba de ello es la existencia de organismos que tienen más de setenta años de vida o las Madres de Plaza de Mayo como Nora Cortiña, Elia Espen; Mirta Baravalle, Pepa Noia y tantas otras que continúan enfrentando a las injusticias de ayer y hoy.
Por lo tanto la participación popular a través de mecanismos democráticos en casos como el IEM es imprescindible para garantizar que su accionar no dependa de la buena voluntad o del oportunismo del Gobierno de turno ni de su particular visión sobre el tema.
Por la continuidad del IEM y la preservación de los Sitios de la Memoria en dirección a la reconstrucción de la Memoria para llegar a la verdad y que impere finalmente la Justicia.