Desde ayer, el Ministerio de Seguridad montó un operativo desmedido con cientos de gendarmes, policías de la Federal y de la Ciudad, mientras que el Congreso estaba vallado en todo su perímetro. Pasado el mediodía comenzaron a llegar columnas de trabajadores y trabajadoras organizadxs para expresar su repudio al tratamiento de esta reforma que condenará a la pobreza a miles y miles de jubilados y jubiladas en todo el país.
La pacífica manifestación se vio interrumpida cuando la Gendarmería y la Policía comenzaron a tirar gases lacrimógenos que alcanzaron hasta bebés, niños y niñas que quedaban con los ojos irritados y sin poder entender lo que estaba pasando. Pero la represión no logró dispersar a quienes llegaron al Congreso a decir no a las reformas neoliberales y apenas pasadas las 15.00, en Diputados tuvieron que levantar la sesión. Afuera, se escuchó un aplauso general y todas las voces gritaron: “El pueblo unido, jamás será vencido”.
“Nosotros ya veníamos planteando que implementar el ajuste no va a ser un lecho de rosas, porque tenemos un pueblo y una clase trabajadora que resistió embates históricos y se mantuvo de pie pese a derrotas circunstanciales”, remarcó Peidro a ACTA luego que se anunciara que la sesión fue levantada: “Se levantó la sesión con un pueblo movilizado y ese es un dato que nos impulsa hacia adelante, lucha y organización es la clave, y en ese camino estamos.”, dijo.
Mañana habrá paro activo de la CTA Autónoma, al tiempo que se cortarán los accesos a las principales ciudades del país y se realizará un acto en el corte del Puente Pueyrredón a las 8.00 de la mañana. La Central no abandonará las calles hasta que se terminen las reformas neoliberales. Y repudia la represión lanzada contra el pueblo organizado, algunos legisladores y la prensa.
Fotografías: Walter y Fabian Piedras