"En el gobierno del ’cambio’ exigimos que todas las costureras del país dejen de trabajar en forma precaria y hasta esclavas desde sus domicilios a toda la industria textil y de indumentaria.
"Exigimos el cumplimiento y la aplicación de la Ley de Trabajo a Domicilio 12.713 vigente en el país desde 1941. La ley ha sido reglamentada en la Provincia de Buenos Aires, pero han cerrado arbitrariamente los registros tanto del obrero, tallerista y/o fábrica que permite la registración de los mismos para la confección de todo tipo de ropa, induciendo a que los mismos precaricen cada vez más a los trabajadores a domicilio y paguen precios irrisorios por la producción de prendas.
"Estos carecen de todo derecho laboral y muchas de las trabajadoras en el rubro no llegaran a jubilarse con la nueva legislación. No cuentan con asistencia social ni vacaciones y ni pensar en aguinaldo.
"Las costureras-os y afines a la confección nos vamos organizando y ejercemos nuestro derecho formando el único Sindicato de Trabajo a Domicilio que contiene a modistas, sastres, diseñadoras y demás, para representar un reclamo justo que nos deben varios gobiernos esperando que éste no sea cómplice de la gran importación a mansalva de ropa que nos deja sin trabajo y de seguir trabajando en negro un 80% de los textiles en el país.
"El Estado no esta ajeno a esta problemática porque compra prendas en el exterior y prendas producidas con mano de obra esclava.
"Es hora de que nos escuchen y ’cambien’ esta situación ayudando al registro de todo trabajador y no ’monotributizándolos’ a todos ellos porque es una manera de ocultar y evitar darles derechos a las costureras.", finaliza la declaración del SATaDTyA-CTA que conduce Mónica Basterrechea.